Muy pocos conocen el origen y significado de esta frase dominicana.
A decir de algunos viejos sobrevivientes de la época, esta frase se origino a raíz de la documentada sequia nacional de 1944 . donde una grave y prolongada sequía azoto el país esos años, ademas en 1946 tambien ocurrio un terremoto de 8.1 grados que devasto la isla y provoco un tsunami que entro por Nagua.
En 1944 se cumplió el primer centenario de la independencia dominicana y era el presidente Rafael Leonidas Trujillo Molina , el dictador que duro desde 1930 hasta su ajusticiamiento en 1961.
Antes de 1944 ya habían pasado par de años de una extensa sequía que diezmó la producción agrícola nacional llegando hasta a afectar a los animales de granja que morían tanto de sed como de hambre al no encontrar pastos ni frutas que comer y asi tambien estaba la población dominicana atravesando por una de las peores hambrunas.
Varios barcos fueron hundidos por los submarinos alemanes.
Recordemos que para agravar la situación para esos años el mundo se encontraba en la 2da guerra mundial de la que Rep. Dominicana era participe , pues Trujillo le declaro la Guerra a Alemania y no tanto por ese hecho, sino que debido a que los submarinos alemanes estaban siempre al acecho de cualquier barco que atravesara el caribe hacia el atlántico , por lo que debido a eso no se podía exportar nada ni recibir ayuda de nadie porque el mundo estaba en guerra, por lo que los dominicanos mas pobres de la epoca estaban en un grave problema al no encontrar siquiera un viverito para comer.
La prostitución
La prostitución de la época estaba concentrada en unos antros llamados burdeles y Cabarets donde los hombres trabajadores iban a buscar un desahogo cada fin de semana y debido a la crisis y a la hambruna, se cuenta que a falta de efectivo algunas mujeres llegaban a recibir como cobro por su trabajo, gallinas cerdos y algunas recibieron hasta algunas batatas de campesinos que dijeron que solo tenían eso para pagarles.
Las prostitutas que se vieron en la obligación forzada de recibir batatas como intercambio por sus servicios sexuales fueron fuertemente criticadas por sus compañera y les decían " DANDO EL CULO POR BATATAS"
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Por coincidencia, con el anuncio, la naturaleza empezó a negarse a darnos agua en forma de lluvia, y ahí se inició el sufrimiento de nuestra gente de entonces. Las lluvias se presentaban esporádicamente hasta desaparecer casi por completo. La sequía se extendió a los años siguientes afectando la agricultura, tanto local como nacional.
Los principales rios de la República Dominicana dejaron de "correr", enseñando solo piedras y arenas. Los canales construidos para llevar agua a los arrozales dejaron de funcionar. Se produjo una carencia del cereal y nuestra gente tuvo que cambiar sus costumbres alimenticias. Al problema de la sequía, se le sumó el de la Segunda Guerra Mundial, ya que era imposible la importación de productos de consumo para la población, y los dos únicos barcos cargueros de los Estados Unidos que iban a la República Dominicana fueron utilizados para asuntos de la Guerra, así como el hundimiento de los únicos dos barcos de carga dominicanos: el San Rafael y el Presidente Trujillo, por parte de los alemanes.
Nuestro pueblo fue afectado grandemente por la sequía. Nuestro arroyo desapareció casi por completo, a pesar de ser nuestro municipio rico en agua subterranea. Los pozos se secaron y el intento de conseguir agua en nuevos pozos era inútil. Los fuegos en los pastizales y mallas eran comunes.
En una ocasion, mi abuelo Justo Cáceres me dijo que en el Arroyo Reparadero había una tina que nunca se secó y mucho de los habitantes de Guanábano y Villa Trinitaria buscaban agua para tomar.
Uno de los problemas principales, además de la falta de agua y alimentos, era el polvo y los problemas respiratorios. Los platanales fuero diezmados por la falta de agua. El maiz era el principal alimento de nuestros pobladores. La gente nuestra lo preparaba al igual que el arroz; además casqueado (casquito de maiz), chen chen y otras formas. Pero, la producción de maiz llegó a su mínima expresión a causa de la sequía y la desesperación se hizo dueña de la gente, quienes se lanzaron camino al Santo Cerro, en peregrinaciones organizadas por la Iglesia Católica.
A pesar de los pesares, el 27 de febrero del 1944 fue celebrado pomposamente el primer centenario de la creación de la República Dominicana, y se produjo un contraste con el tiempo, ya que a pesar del calor, la temperatura bajó a tres grados bajo cero, con un frío record. Después de este fenómeno, regresaron las lluvias y todo volvió a la normalidad.
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Del terremoto ocurrido en fecha 4 de agosto de1946, con una magnitud de 8.1 grados en la escala Ritcher, se ha escrito bastante en estos días de los fuertes estragos que hizo en todo el país, principalmente en Santo Domingo y en Matanzas y Nagua (Julia Molina). La prensa nacional ha recogido reportajes y artículos del mismo. Muchas personas han narrado sus experiencias de aquel sismo del 1946.
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PERIODISMO DOMINICANO
Idel Moro es Lic. Ramon Nuñez Moreta - Periodista. egresado UASD.