EL VELORIO Y ENTIERRO DE UN DOMINICANO
Aunque no es un asunto propiamente del dominicano ya que en la mayoría de los países latinos, se hacen cosas similares.
El entierro del dominicano ha sido siempre un espectáculo en si mismo.
El entierro del dominicano ha sido siempre un espectáculo en si mismo.
Las cosas han cambiado mucho en varias décadas , pues ya es muy raro que el velatorio de un difunto se haga en la casa familiar, pues la proliferación de funerarias que ofrecen un salón y los servicios fúnebres han hecho que las familias se decidan a utilizar estos servicios ya que hacerlo en la sala de la casa implica que la casa se llene de gentes entrando y saliendo con el consiguiente hecho de que hay que alquilar carpas y sillas y colar café y brindar galletitas con queso o por lo menos con mantequilla y cuando no, hay que hacerle hasta comidas a parientes que vienen del campo a amanecer es por ello que al muerto desde que se murió lo entierran el mismo día y solamente si se murió en la noche es que lo dejan amanecer para el otro día.
Cuando eso sucedía, que se dejaban amanecer los muertos en la sala de la casa rodeado de cuatro velas era común que algunos amanecieran para no dejar el muerto solo y para que no se viera que el muerto no tenia gente los familiares le compraban potes de romos a algunos del barrio que amanecían haciendo cuentos, en ese tiempo era común que varios personajes que prácticamente vivian de hacer cuentos en los velorios, esto sucedia en los años 70 y 80 en Mejoramiento Social y alli eran famosos unos tales llamados BULA, TONI CUENTO (difunto) y hasta el MAGO BEATO quienes decían ser miembros del SINDICATO DE BUSCA MUERTOS Y AZARA VIVOS , y tenían un publico increíble que los rodeaba para escuchar los cuentos rojos y de malas palabras que estos hacían , cuentos como CRI CRA y CALIFE CALIFE que encantaban a los oyentes mientras esperaban el café o el te de jengibre que un batallón de mujeres preparaban en la cocina de la casa del difunto generalmente acompañada de algunas galletitas de soda que dependiendo de los bolsillos de los dolientes algunas huelian a queso.
En la actualidad como ya los velorios se hacen en funerarias y en esos locales no se puede hacer muchos shows los dolientes y amigos del difunto prácticamente hacen la despedida en el camino al cementerio y después que llegan a este.
En el camino al cementerio muchos desfilan el muerto por los lugares que este acostumbrara a visitar y en ocasiones acompañados de su musica prefereida, por ejemplo si era un salsero le ponian su salsa preferida y si era un regetonero ya se pueden imaginar, pero en muchos casos solo le ponen el clasico disco de alberto cortes de CUANDO UN AMIGO SE VA, en algunas ocasiones llevado al difunto a discotecas y colmados que este visitaba y dependiendo de la popularidad del difunto en el desfile se acumulan decenas y hasta cientos de caminantes , motores y vehículos que escoltan a la tradicional guagua alquilada donde se sube todo el que quiera ir del barrio y muchas personas solo van para gozar del coro que se sucede en esa actividad y es allí en el mismo recorrido que toda un especie de show donde desde fumar drogas, beber alcohol, tirar tiros para arriba y otras actividades son cosas comunes.
En los últimos años se han sucedió varias muertes de delincuentes y- o narcotraficantes 8 de manos de la policía o entre civiles) de algunos de nuestros pueblos y barrios de santo domingo que han sido muy populares y donde los dolientes han envuelto el féretro en la bandera dominicana llegando esto a suscitar una controversia entre los llamados poseedores de la ética de la ciudadanía que aducen que la bandera no puede ser utilizada para venerar personajes de esa calaña.
En esos entierros de personajes populares (tigeres) de los barrios se ha llegado hasta al colmo de echarle drogas como marihuana , cocaína y alcohol antes de cerrar la caja y bajar el muerto al joyo , inclusive dicen que a muchos hasta los han enterrado con su pistola, lo cierto es que sea delincuente o no en la republica dominicana es una costumbre de romper la caja con un martillo o piedra para un poco dañarla y que no sea posible sacarla y botar el muerto para vender la caja otra vez como nueva y es que los cementerios públicos son terrenos baldíos donde no existe vigilancia y muchas veces son los propios que trabajan en el que hacen estas actividades de romper los nichos para sacar los muertos de sus cajas y hasta se llevan los portones de hierro.
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PERIODISMO DOMINICANO
Idel Moro es Lic. Ramon Nuñez Moreta - Periodista. egresado UASD.