Sicarios de la verdad son los comunicadores del PLD

Ya no estamos en campaña política, pero eso no impide que sigamos denunciando

Las perversidades de este gobierno que nos desgobierna los últimos 8 años en la Republica Dominicana.

Un gobierno que  ha fomentado la corrupción a todos los niveles, donde la máxima es hacerse de dinero con la salvedad de que no caerán presos aunque se presenten todas las pruebas y un listado de irregularidades que se pueden observar desde la luna.

Donde cada funcionario coloca en posiciones administrativas a familiares suyos violando descaradamente la ley que prohíbe el nepotismo y violando la ley de carrera administrativa en perjuicio de verdaderos profesionales capacitados para imponer allegados suyos que por politiquería deber ser ubicados a parasitar en el gobierno.

Un gobierno que mantiene una nomina extra libros para premiar si trabajar a miembros del Partido de la Liberación Dominicana violando con esto decenas de leyes penales y éticas.

Un gobierno que ha regalado las principal mina de oro del mundo en contratos para nada claros donde los propios legisladores que aprobaron tal hazaña confesaron que ni siquiera leyeron el ante proyecto de ley para la concesión de la mina y que solo actuaron por orden directa del presidente de la republica.

Un gobierno que no produce nada y que solo funciona a base de cobrar impuestos a todo y a todos, principalmente a los carburantes, ya que somos el país de America con el costo mas alto de gasolina y gasoil.

Un gobierno que ha quintuplicado la deuda externa hasta el punto de empeñar el futuro del país de por vida mientras ellos, los políticos, que llegaron en camisitas exhiben fortunas de miles de millones de pesos.

Un gobierno elitista cuyos funcionarios cobran salarios mas altos que funcionarios del mismo nivel que en Estados Unidos y Europa y se auto suben los salarios y se auto pensionan con sumas millonarias mientras los ciudadanos comunes reciben salarios de miserias y se mueren detrás de esperar ser pensionados con cantidades ridículas y ofensivas

A todo esto, los medios de comunicación y los comunicadores escriben todo lo contrario y parecen cegarse a la verdad y a base del bombardeo sistemático de información distorsionada de la realidad imponen una verdad maquillada de mentiras.